domingo, 31 de marzo de 2013

Y AL TERCER DÍA RESUCITÓ

Manuel Toledo Zamorano

   Hoy Domingo de Resurrección,  todo el orbe cristiano celebra la gloriosa resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

   FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN A TODOS.

viernes, 29 de marzo de 2013

¿Son iguales todas las hermandades?

 Manuel Toledo Zamorano  


   Sinceramente no lo sé, ya que el miércoles pasado ocurrió un incidente lamentable con la Hermandad de los Panaderos que fue criticado duramente por los periodistas que hacían la crónica en Sevilla Televisión y con los que estaba totalmente de acuerdo, ya que es una falta de consideración hacia una Hermandad que aún hace su Estación de Penitencia, el hacerla esperar, encajonándola en una calle y cayendo agua como la que estaba cayendo. No es lógico y fue dicho y criticado con dureza por los periodistas del medio televisivo antes aludido.

   Pero qué ocurre hoy con la Hermandad de la Macarena, porque las circunstancias son las mismas: una hermandad por mor de la lluvia debe refugiarse en un templo y reiniciar más tarde su camino de regreso a su templo.

   Pues bien, hoy se han empleado todas las argucias oportunas para justificar que llevase música, ya que era en el mismo día, igual ocurrió el miércoles; que si era retomar un camino que no se había dejado del todo, como ha ocurrido con las hermandades de la Esperanza de Triana y los Gitanos que están recogidas en sendos templos.

   En fin una serie de argumentos que sólo han pretendido justificar lo injustificable. Por desagracia la estación penitencial, en concreto, la parte del regreso al templo, quedó truncada. Pues bien, volvamos a paso mudá y a tambor, como mucho,  a su respectiva Iglesia.

   No sé qué ocurrirá mañana con los traslados de los Gitanos y la Esperanza de Triana, pero... tiempo al tiempo.

Ya es hora que el Consejo regule situaciones como ésta que desde la Curia diocesana está reguladas y muy claramente.

¿Por qué se ha hecho caso omiso de las indicaciones dadas por el Vicario?

Señores consejeros, analicen, valoren y tomen una decisión acertada para que los tan temidos enemigos internos de la hermandades no hagan de las suyas y esto "se vaya al traste". 

Dios no lo quiera.


jueves, 28 de marzo de 2013

La celebración de la Eucaristía

Manuel Toledo Zamorano

El Arzobispo de nuestra ciudad, Monseñor Asenjo, nos dice que "el encuentro con el Señor resucitado, que se renueva cada vez que celebramos la Eucaristía, suscita en quienes en ella participamos la exigencia y el compromiso de evangelizar y de dar testimonio… La participación en la Eucaristía nos debe impulsar a la misión, a compartir con nuestros hermanos el pan del Evangelio y de la solidaridad".

            Por tanto, la participación en las celebraciones y cultos de nuestras hermandades debe ser en espíritu y en verdad, dando testimonio de lo que somos, seguidores de Jesús,  y llevando a la práctica lo que hemos recibido tanto en la mesa de la Palabra como en la Eucarística.

            Es importante conocer lo que celebramos, entender lo que ocurre en el transcurso de la celebración eucarística y no acudir a ella como extraños y mudos espectadores(SC 48) de una “función” en la que se realizan diferentes ritos, sino que comprendiendo el misterio de fe que es la Eucaristía, “participen conscientes, piadosa y activamente en la acción sagrada, sean instruidos por la Palabra de Dios, se fortalezcan en la mesa del Cuerpo del Señor, den gracias a Dios, aprendan a ofrecerse a sí mismos al ofrecer la hostia inmaculada no sólo por manos del sacerdote, sino juntamente con él, se perfeccionen día a día , para que, Dios sea todo en todos.(SC 48)

            Participar activamente en la celebración eucarística supone participar con aclamaciones,  respuestas,  salmos,  antífonas,  cantos,  acciones o gestos, posturas corporales y silencios sagrados a su debido tiempo. (SC 30).

            De hecho la actual redacción de la O.G.M.R. nos dice en el artículo 96: “formen, pues, un solo cuerpo, escuchando la palabra de Dios, participando en las oraciones y en el canto, y principalmente en la oblación común del sacrificio y en la participación común en la mesa del Señor… Observando comunitariamente los mismos gestos y actitudes corporales”.

            “Puesto que la celebración de la Misa, por su propia naturaleza, tiene carácter comunitario, tienen una gran fuerza los diálogos entre el sacerdote y los fieles congregados, y asimismo las aclamaciones … que constituyen precisamente aquel grado de participación activa que se exige a los mismos”. (OGMR 34 y 35).

           
   No olvidemos, por tanto,  que los cofrades como cristianos comprometidos y como partes de la Iglesia que somos debemos de fomentar entre nuestros hermanos una participación acorde con estos postulados que hagan que la celebración eucarística sea un verdadero banquete pascual en el que participando cada uno con su ministerio demos gloria a Dios.

            Un banquete pascual en el que Cristo está presente de diferentes maneras, son lo que llamamos: las presencias de Cristo en la Liturgia.

            La Constitución sobre Liturgia nos dice en su artículo 7 que “Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica”, ya que para poder realizar Dios Padre la obra de la salvación necesitaba de la presencia de su Hijo entre los hombres.

            Por ello, nos encontramos que Cristo está presente en el sacrificio de la Misa: en la persona del ministro, por tanto es Cristo quien se ofrece a través del sacerdote al igual que se ofreció en la cruz;  está presente bajo las especies eucarísticas de una manera sustancial y permanente, es el mismo Cristo quien nos alimenta con su Cuerpo y su Sangre; está presente en su Palabra, por lo que en la mesa de la Palabra es Dios mismo quien a través de los lectores habla a su pueblo, de ahí la importancia de cuidar las personas que proclaman la Palabra de Dios; está presente en la asamblea cuando suplica y ora con salmos y está presente con su fuerza en los Sacramentos, por lo que cuando uno recibe el Sacramento de la Reconciliación , es Dios mismo quien perdona los pecados por medio del sacerdote.

Por lo que como dice  el artículo 7 de la SC “toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia  no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia”.

miércoles, 27 de marzo de 2013

El compromiso del cofrade, testimonio de fe (II)

Manuel Toledo Zamorano

... El cofrade no puede utilizar la esperanza cristiana como coartada en favor de un desinterés por los compromisos con los demás hombres en las tareas comunes de este mundo. El cristiano ha de atestiguar  y  verificar ante el mundo su esperanza participando seria y activamente en lo que la humanidad espera. 

El cristiano tiene siempre una actitud crítica contra todo aquel que pretenda absolutizar el orden establecido. Por muy humano y perfecto que sea el estadio el que se haya llegado, nunca es el definitivo puesto que todavía no ha llegado el Reino de Dios.

Un reino que empieza aquí en este mundo y que cargados y llenos de esperanza debemos construir acorde con los principios emanados del Evangelio que toman como referencia la fraternidad, la comprensión, la tolerancia, el bien común y el de los hermanos y que nos debe llevar a sentirnos hijos de un mismo Dios y hermanos de Jesucristo.

El origen del compromiso cristiano está, como todo lo del cristiano, en la caridad. Esta caridad lleva al cristiano a amar todo lo que Dios ama, a todos los hombres, de un modo muy particular a los necesitados, a los débiles, a los perseguidos en este mundo.

Debemos recordar que cristiano es el que ora y actúa; el que reza y evangeliza; el que ama a Dios y al prójimo; el que asiste al templo y es misionero. Se debe ser cristiano cuando asistimos a la eucaristía y cuando estamos en nuestra vida privada, en el trabajo, negocios, universidad o colegio.

            Nuestro compromiso con Cristo lo es hasta el final, debemos ser sus testigos en cualquier momento y circunstancia, ya que el que se compromete a ser cristiano mira al mundo de manera profunda, mirando a sus semejantes con respeto.

            El cristiano ve a todo ser humano como hijo de Dios, lo trata con respeto y amor, ve a la gente de otra manera, como hermanos, más allá de cualquier diferencia humana.

Ser  católico es estar abierto a todos, respetando toda religión y manera de alabar a Dios. No estamos en contra de nadie, sino a favor de Dios, respetando a cualquier persona que hable de Jesús.

Por tanto, el compromiso del cofrade debe ser un compromiso desde la fe en Dios Padre y en su Hijo Jesucristo, que nos llena de esperanza a través del Espíritu de Dios y, por supuesto, llevando el amor a todos los hermanos.

El compromiso del cofrade, testimonio de fe (I)

Manuel Toledo Zamorano

El Catecismo de la Iglesia Católica en el capítulo que dedica a la dignidad de la persona  dice que “las virtudes humanas se arraigan en las virtudes teologales, ya que éstas se refieren directamente a Dios, disponen a los cristianos a vivir en relación con la Santísima Trinidad y tienen como objeto a Dios, Uno y Trino.”

Es el misterio del amor de Dios el que nos interpela a actuar, desde un amor vivo en lo hondo de nuestro corazón. Es un amor que nos lleva a entregarlo a los demás, por lo que sin la presencia en nuestro interior de la fuerza del Padre es imposible que seamos capaces de adquirir un compromiso que lleno de fe, cargado de esperanza e irradiando caridad haga que el cofrade esté en este mundo actuando al lado del que necesita del amor de Dios.

Pero, ¿qué significa ser cristiano hoy en día, en este momento histórico que nos ha tocado vivir y que está impregnado de un sentido laicista que pretender que lo religioso quede relegado a un segundo plano?

Ser cristiano no es simplemente hacer el bien y evitar el mal. Ser cristiano es seguir a Jesús de Nazaret, continuar su camino, “proseguir su obra, perseguir su causa y conseguir su plenitud”.

Seguir a Jesús supone reconocerlo como Señor, aceptar su proyecto de vida, proseguir su estilo evangélico, formar parte de su comunidad y vivir bajo la fuerza del Espíritu.

Seguir a Jesús implica aceptar y comenzar  a vivir todo esto, por eso en este artículo veremos cómo debe ser el compromiso del cofrade desde la fe en Dios Padre, lleno de esperanza e irradiando caridad para con el hermano.

La fe cristiana es un compromiso total para vivir, según Cristo nos enseña, el doble mandamiento del amor a Dios y el amor al prójimo.

La fe del cristiano debe ser una fe operativa ya que una fe sin obras es una fe muerta.

La fe compromete la vida entera del hombre, pero el compromiso se traduce en obras concretas, Las obras del creyente son la consecuencia, la expresión y la ratificación necesarias de la fe.

El cristiano debe ser una persona que presenta coherencia entre fe y vida, entre evangelio y cultura, para así cumplir con fidelidad sus deberes temporales, guiados siempre desde el espíritu evangélico...

lunes, 25 de marzo de 2013

Y YA VAN TRES...

Manuel Toledo Zamorano  


   Tres años con Semana Santa que empieza pasada por agua. Tres momentos cofrades no interiorizados con la intensidad que nos gusta a los que estamos todo el año viviendo nuestra fe desde la Hermandad, pero qué le vamos a hacer, la climatología nos ha sido y es adversa. Esperemos que dentro de 365 días, en un nuevo Domingo de Ramos, todo cambie y lo podamos vivir con fuerza y con ilusión.

   Volvió a repetirse milimétricamente la misma escena que el año pasado. Sentados en las sillas a las 16:30  horas, cuando comienza el cielo a destilar pequeñas gotas de agua que conforme iba avanzando la tarde, pasaron a convertirse en fina llovizna y, posteriormente, en auténtica manta de agua y, así, empezó a desvirtuarse toda la tarde, a romperse las ganas con las que esperábamos este día y, en fin, a buscar el momento de volver a casa para desde el televisor, ver les escenas de dos o tres años atrás en los que sí vivimos un Domingo de Ramos.

   Hoy, Lunes Santo, cuando escribo este pensamiento, son las 8:30, el cielo no tiene el color azul inmaculada, tan característico de Sevilla, pero luce un sol radiante, al igual que ayer, que esperemos no se transforme en cielo "panza burra",  que no presagia nada bueno, sólo agua y más agua.

   Una Semana Santa aciaga, que ha empezado no con buen pie, pero no olvidemos que lo que no podemos ver son las procesiones en la calle, pero que en los templos debemos y tenemos la obligación como católicos de vivir intensamente el Triduo Pascual y prepararnos a vivir con gozo la alegría de la Resurrección en un esplendoroso domingo en el que Jesús, venciendo a la muerte, nos sirve de auténtico faro de nuestra fe.

sábado, 23 de marzo de 2013

EL DESEO DE CONOCER EL ROSTRO DE DIOS

Manuel Toledo Zamorano

Todos deseamos ver a Dios, conocer cómo es Dios, y de siempre, nos olvidamos que sólo con continuar con Cristo la construcción del Reino ya lo estamos haciendo presente en nuestras vidas.
Conocer Dios en las cosas sencillas del día a día, en las relaciones interpersonales, en el trato afable a aquél que se nos acerca.
Jesús del Gran Poder, Dios hecho hombre
Conocer a Dios en nuestra rutina y quehacer diario, en fin, en  todas y cada una de las actividades que llevamos a cabo diariamente y que con tanto esfuerzo y sacrificio vamos sacando adelante.
Conocer el rostro de Dios, siguiendo a su Hijo, es poner en práctica la caridad, la misericordia y el amor al hermano, como ya he dicho en otras ocasiones: “en el que a tu lado está y sólo Dios es el que te lo ha puesto ahí”.
Conocer el rostro de Dios es llevar a cabo, que la acción caritativa y social de la misma, se vea engrandecida cada día más. Vivimos unos tiempos muy difíciles que necesitan de mujeres y hombres comprometidos que sigan apostando por el proyecto redentor del crucificado y que no es otro que el AMOR al necesitado, el dar la palabra oportuna en cada momento y,  en definitiva, hacer patente con nuestro ejemplo lo que tantas veces hemos dicho y que aparece en la primera carta pastoral del Santo Padre Benedicto XVI: Dios es Amor.
Es necesario y, sé que cuesta, reconocer a Cristo en los necesitados, ya que a veces no llegan a nosotros como quisiéramos que llegasen, pero hay que tener presente que posiblemente sus circunstancias personales les imposibiliten recuperar la dignidad humana que nunca debieron perder. Esa es nuestra labor, darles esa dignidad de hijos de Dios, hacer que se sientan queridos  y comprendidos y, sobre todo, si es posible ”darles la caña y enseñarles a pescar”, aunque hoy en día y dados los tiempos que corren,  es difícil y  a veces  sólo podemos “dar el pescado”, pero no importa,  eso también es labor de caridad.
Sigamos construyendo el Reino de Dios aquí en la tierra y seamos cada día un poco mejores. De esta forma haremos que nuestras Hermandades sean cada vez más  corporaciones nazarenas atentas a los tiempos actuales, cercanas y seguidoras del auténtico rostro y amor de Dios.

POR FIN LLEGA LA SEMANA SANTA

     Manuel Toledo Zamorano
    Aunque climatológicamente hablando las perspectivas no son muy buenas, sí es cierto y verdad que esperamos y ansiamos con ilusión la llegada de estos días en los que rememoramos la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Días en los que nos echamos a la calle para disfrutar de nuestras hermandades, para deleitarnos con los exornos florales de los pasos, con el buen hacer de priostes, camareras y vestidores que preparan con amor y entusiasmo,  y con una liturgia muy acertada, todo lo que acontece encima de un paso. 
    Han sido muchos días haciendo vida de hermandad, participando en cultos y actos, conviviendo con los hermanos, ilusionándonos unos y otros con el ansiado momento de poner la Cruz de Guía en la calle. Y ya por fin, nuestros Titulares recorren las calles de nuestro barrio y ciudad para llevar su bendición a todos los que les rezan y piden por sus intenciones particulares.
     Momentos únicos en la vida del cofrade y que sólo desde esta perspectiva son fácilmente comprensibles, pero no olvidemos y creo que ahí los cofrades no somos del todo conscientes, que Jesús está a diario en el Sagrario, que es desde allí desde donde nos envía a llevar su Palabra a todos los demás  y es desde ese lugar desde donde debemos iniciar nuestro diario camino de aciertos y errores, pero lleno de alegría por querer compartir y ayudar al otro.
    Seamos consecuentes con lo que proclamamos en el Credo, pongamos en valor nuestra vida y la de nuestros semejantes y construyamos entre todos una Hermandad en la que el que debe servirnos de guía es Jesucristo.



lunes, 18 de marzo de 2013

NUEVA LUZ DESDE SEVILLA



Manuel Toledo Zamorano

Hoy, 18 de marzo de 2013, por fin me he decidido a sumergirme en el mundo de los bloggeros y comentar con todos aquellas ideas, artículos y sugerencias que se me vayan ocurriendo.
Pretendo que sea un blog ameno y en el que pueda escribir mi parecer sobre diversos aspectos de la vida.
Una vida llena de cansancio y hastío y en el que devenir histórico nos está haciendo vivir unos momentos llenos de incertidumbres y con faltas de ganas de ilusionarnos, pero creo que siempre al final ... hay una luz de esperanza que te llena y te da fuerzas para seguir adelante. Esa luz, es Dios que es el que te hace continuar en tu caminar diario por la vida.