No obstante, aún sigo en la brecha, por lo que el descansito que tanto ansío no llegará hasta agosto, puesto que julio es un mes de trabajo, no tan obligado como el resto de los meses anteriores, pero sí lleno de trabajos que te permitirán encarar el nuevo curso de una forma más distendida y sin agobios por tener las tareas a medias.
Manuel Toledo Zamorano
Ya están aquí. Llegó el momento de desconectar de las obligaciones que, durante un año, nos han tenido en ascuas, pendientes del ir y venir de cada una de ellas.
Un año en el que por diversos avatares han ido aconteciendo situaciones y momentos que tras ser estudiados y resueltos en la medida de lo posible, bien merecen un descanso para recargar pilas y renovar fuerzas.
En fin, sea como fuere, comienza un tiempo de relax, de coger buenos libros y sumergirte en su lectura para revivir historias que expectante, ves desde fuera, pero con ganas de estar dentro de la ficción.
También momentos de escuchar buena música y de compartir cervecitas y tintitos de verano con familiares y amigos en la terraza de un bar.
