lunes, 25 de noviembre de 2013

FINALIZA EL AÑO DE LA FE


Si el creyente quiere serlo de verdad, debe «reconocer y acoger la centralidad de Jesucristo» en todas las facetas de su vida, «en sus pensamientos, en sus palabras y en sus obras».Ése fue el mensaje principal que dejó el Papa Francisco a los más de 60.000 fieles que participaron ayer en la solemne misa celebrada en la plaza de San Pedro, a pesar del frío y la amenaza de lluvia. Este acto puso fin al Año de la Fe. El Pontífice comenzó su homilía acordándose del ya Papa emérito Benedicto XVI, que fue quien promovió esta iniciativa, mostrándole su «afecto y reconocimiento por este regalo que nos ha hecho».


El Papa Francisco insistió en que Cristo es «el centro de la creación, del pueblo y de la historia» y advirtió que, cuando se pierde este concepto poniendo «cualquier otra cosa» en lugar de Jesús, se producen sólo «daños, tanto para el ambiente que nos rodea como para el hombre mismo». 

Acabó el Papa Francisco su homilía incidiendo en la lectura evangélica sobre el buen ladrón. La promesa que Jesús le hizo cuando estaba crucificado significa una esperanza para todos los católicos. «Hoy todos podemos pensar en nuestra historia, en nuestro camino. Cada uno tiene el suyo: cada uno tiene sus errores, sus pecados, sus momentos felices y sus momentos oscuros». Les pidió luego el Sumo Pontífice a los presentes que se dirigieran a Jesús asumiendo su condición de pecadores y pidiéndole que se acordara de ellos. «La promesa de Jesús al buen ladrón nos da una gran esperanza: nos dice que la gracia de Dios es siempre más abundante que la plegaria que se le ha pedido. El Señor siempre da más de lo que se le pide, es muy generoso», aseguró Francisco.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

JULIA NAVARRO Y LAS VIVENCIAS DEL LIBRO DE UNA GRAN ESCRITORA



          Manuel Toledo Zamorano



     Desde hace bastante tiempo soy un fiel seguidor y lector de Julia Navarro. Una escritora que me apasiona con sus relatos llenos de imaginación, pero que parecen que han ocurrido o están sucediendo en el instante en el que los lees.

     Yo ya había leído de ella los tres libros que dedicó a temas relacionados con la vida de Jesús y los primeros años del cristianismo, me imagino que a la sombra del famoso Código da Vinci, pero fue con su penúltima novela "Dime quien soy" con la que descubrí a la auténtica Julia Navarro. Su lectura estuvo plagada de momentos de ensoñación, de tensión, angustia, risas, momentos difíciles de Amelia, la protagonista, en fin de situaciones y estados de ánimo que la propia escritora te iba transmitiendo por medio de los personajes.

   Fueron semanas de intensa lectura, de recreación de ambientes, de situaciones, de verte implicado en los distintos avatares por los que pasaba la protagonista, en fin momentos de disfrute con una lectura en la que aun estando describiendo la autora situaciones difíciles y comprometidas, llegabas a sentirte solidario y a ponerte en el lugar de la protagonista, asumiendo sus miedos y circunstancias personales.

      Fue tan intensa su lectura que no había un solo día que no leyese algunas páginas del libro. Disfruté y saboreé página a página y renglón a renglón todo lo que estaba sucediendo en una época difícil de la primera mitad del siglo XX.

     Ahora acabo de conseguir su última novela "Dispara, yo ya estoy muerto" y estoy deseando empezar a leerla. Espero disfrutarla como la anterior.