LAS SITUACIONES DE LA VIDA

Manuel Toledo Zamorano

Hay veces que la vida te empuja a derroteros por los que no quieres pasar y, por supuesto, ni te podías imaginar que ibas a llegar ahí.

Hay circunstancias laborales que te obligan a tomar decisiones en razón de tu cargo que son difíciles, te hacen no despegarte de la realidad que circunda tu trabajo y, sobre todo, te permiten pulsar una situación real que gira a tu alrededor y que no siempre percibes o te das cuenta de ella, ya que el propio discurrir diario te imposibilita el acercarte a estas realidades.

No obstante, cuando te topas de lleno con la cruda realidad y tienes que optar porque es tu obligación, es cuando te das cuenta lo difícil que es tener tareas de gobierno y  asumir responsabilidades inherentes a tu cargo y que las tienes que tomar porque así te lo demandan.

Bien es cierto que antes de tomar decisiones finales, se analizan situaciones, comportamientos y actitudes de las personas y se ve que no siempre el bosque te deja ver la realidad y que en estados de esta índoles es donde aparece la verdad del ser humano, la forma real de ser y la falta de consideración que algunas presentan.

Es una situación laboral tediosa que no gusta a nadie, a mí el primero que no me gusta y que no deseo que vuelva a suceder, ya que va a lo más profundo de tu ser como persona, puesto que en situaciones así es donde tienes que actuar de manera que sin dañar a nadie, puedas cumplir con tu deber que no es otro que el ser fiel testigo de la verdad y colocarte al lado de la razón.

Francamente, estoy deseando que se resuelva esta situación que me ha correspondido llevar adelante y encontrarle la mejor respuesta y decisión definitiva,  ya que seguir con este sinvivir continuo no es bueno para la salud mental de nadie y te perjudica en tu trabajo. Dios quiera que todo acabe bien y la problemática se solvente de la mejor forma posible.